Durante este mes tan especial, nuestros alumnos han vivido un momento lleno de fe y ternura al pasar por la capilla del colegio para ofrecer flores a María. Cada flor fue elaborada con cariño por sus propias manos, como símbolo de amor, gratitud y devoción.
Este gesto sencillo, pero profundo, nos recuerda la importancia de cultivar en nuestros corazones valores como la humildad, la entrega y la esperanza, inspirados en el ejemplo de María.
¡Que su presencia maternal siga acompañando y guiando a toda nuestra comunidad educativa!